El día de ayer la Cámara de Diputados de nuestro país aprobó la regulación de las grasas trans hasta casi prohibirlas por completo en alimentos, aceites y bebidas. Conoce cuáles son estas grasas y por qué son tan perjudiciales para la salud.
Las grasas trans se forman a través de un proceso industrial en el que se añade hidrógeno a un aceite vegetal, para así convertirlo en sólido, por eso se conocen como grasas parcialmente hidrogenadas. Este tipo de grasa es más económica, por lo que se utiliza para elaborar distintos productos, principalmente alimentos comerciales como pasteles, galletas, dulces, margarinas y comida congelada como papas fritas, donas, etc. Sin embargo, es el peor tipo de grasa que podemos comer.
¿Cómo nos perjudican?
En nuestro cuerpo tenemos dos tipos de colesterol. El llamado LDL, o “colesterol malo”, puede acumularse en las paredes de las arterias, volviéndolas más duras y estrechas. Y el colesterol HDL, el “bueno”, es el que recoge el exceso de colesterol y lo lleva al hígado para metabolizarse.
Las grasas trans disminuyen el colesterol bueno y aumentan el malo. Si las consumimos en exceso tendremos más riesgo de padecer enfermedades del corazón y de sufrir un ataque cardiaco. A mayor consumo, el peligro incrementa.
El dictamen aprobado recientemente en la Ley General de Salud, determina que “los aceites, alimentos y bebidas no alcohólicas no podrán contener aceites parcialmente hidrogenados”. Aún así, antes de adquirir cualquier producto revisa en la etiqueta la lista de ingredientes: no debe contener grasas trans, ni grasas parcialmente hidrogenadas.