Es común que el bajar de peso sea uno de nuestros propósitos de año nuevo, sin embargo, para muchos es el más difícil de lograr y mantener. ¿Cuál es el problema y por qué nos cuesta tanto? Aquí algunas razones para NO hacer dieta.
1. Comer es un placer. Las dietas estrictas nos prohíben todo lo que nos gusta, y por eso es tan complicado seguirlas a largo plazo. Necesitamos nuestra dosis de cosas ricas para portarnos bien el resto del tiempo. Mi recomendación, seguir la regla del 80/20. El 80% enfocarnos en comer de manera saludable, y el 20% darnos algún permiso que nos haga felices.
2. A nadie nos gusta tener hambre. Nos pone de malas, nos duele la cabeza y además nos sentimos cansados. El consumir muy pocas calorías hace que tengamos hambre todo el día, liberemos más cortisol (la hormona del estrés) y, cuando volvemos a comer, lo hagamos en exceso.
3. Nos desesperamos. Eso sí, queremos bajar rápido y vernos como modelo de revista sin esfuerzo. Al no ver cambios inmediatos, dejamos la dieta y volvemos a comer como antes. Debemos ser conscientes de que toda pérdida de peso saludable implica un proceso. Este puede llevar meses o incluso años, pero si lo hacemos bien, podemos lograr mantenernos.
4. No tenemos tiempo. Muchas dietas nos piden pesar alimentos y cocinar distintas recetas cada día. El plan de alimentación debe ser personalizado y práctico, para poder hacer las compras el fin de semana y tener nuestras cosas listas.
5. Nos falta energía para el ejercicio. La dieta debe adaptarse a nuestro nivel de actividad física y no al revés. Con una dieta baja en calorías sería imposible pensar en hacer algo de ejercicio, y lo malo es que este es una gran herramienta tanto para bajar de peso como para mejorar nuestra salud.
Ahora ya lo sabes. Enfócate a modificar tu estilo de vida hacia algo más saludable para así adquirir hábitos que duren para siempre y, como consecuencia, bajar de peso.