Futbol
Editorial Mediotiempo
Columna de Mauricio Cabrera Editorial Mediotiempo

El espejo español

El título de España en la EURO 2008 trajo consigo una serie de buenos pensamientos y mayores aspiraciones en torno al futbol mexicano. En esa tendencia enfermiza de minimizarnos a nosotros mismos, nos gusta creer que lo hecho por la representación ibérica en el torneo más importante a nivel de selecciones en el Viejo Continente puede ser utilizado como un buen referente para considerar que en determinado momento podemos alcanzar la gloria en una Copa del Mundo, confundiendo que la EURO no es una réplica exacta de lo que sucede en el certamen estelar del mundo balompédico.Dichas conclusiones están fundamentadas en que la Selección de España, como la mexicana, acostumbran fracasar pese al incuestionable talento individual de sus jugadores. Bajo esa óptica, encontramos coincidencias evidentes, pero de ahí a utilizarlo como punto de alto soporte para afirmar que si ellos pueden, nosotros también, tendría que existir un largo camino por recorrer. No era estrictamente necesario que la Furia Roja se coronara para que nosotros nos diéramos cuenta que se puede. Eso ya se sabe en el futbol, es una de sus características primordiales y, por tanto, no tendría por qué ser motivo de algarabía para la mentalidad de nuestro medio futbolístico.Como siguiente punto a discutir, está la obsesiva comparación entre la EURO y una Copa del Mundo. No voy a entrar en detalles respecto al nivel de cada uno. Saludable resulta optar por dejar en evidencia que las sorpresas en una Copa Mundial son mínimas en comparación a las últimas ediciones de la justa estelar de la UEFA. El hecho por sí mismo invita a que la reflexión en torno a las similitudes entre México y España se hagan con la Copa América y no para el Mundial, donde considero poco factible que el ex equipo de Luis Aragonés termine convirtiéndose en el rey del balón en todo el orbe.A continuación, me pregunto a qué distancia estamos del conjunto de la Madre Patria. Lo inmediato será afirmar que a varios kilómetros, sobre todo si tomamos en cuenta que México, ateniéndonos a los resultados, ni siquiera es el mejor de su región. Sin embargo, y a reserva de lo que ustedes opinen, considero que existe mucha menor diferencia que si pusiéramos al tricolor en una balanza contra históricos como los cabizbajos alemanes o los frustrados italianos.Convencido estoy que la disminución de distancias en el futbol a nivel mundial también se está dando entre selecciones europeas y las de otras regiones. El balompié es cada vez más parejo y da espacio para las sorpresas, aunque es muy complicado que éstas se den en una Copa del Mundo. Aunque el "Sabio de Hortaleza" afirmará que dirigió al mejor equipo del planeta, dudo que lo pueda confirmar en el 2010, así como también anticipó que México, con todo el impulso del caso español, no irá más allá del cuarto o quinto partido, dependiendo del rival para los hipotéticos Octavos de Final en Sudáfrica.Al mirarnos en el espejo español, olvidemos las comparaciones y decidamos que es preferible escribir nuestro propio camino. Que es posible, eso ya lo sabemos. Ahora, marquemos distancia y demostremos que no hace falta que nuestros conquistadores hagan algo para que el futbol mexicano se dé cuenta de que también podemos. Así de sencillo…Opina de esta columna Aquí

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