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Raquel Pérez de León
Columna de Raquel Pérez de León Raquel Pérez de León

El mal del puerco, ¿qué es y cómo evitarlo?

Ciudad de México

¿Después de comer siempre te da mucho sueño, pesadez y ganas de irte a acostar? Es el famoso “mal del puerco”. Hoy te contaré por qué pasa y cómo lo puedes evitar.

¿Qué es el mal del puerco?

No es nada más que un intenso bajón de azúcar, posterior a una comida alta en hidratos de carbono. Es decir, que los alimentos ricos en carbohidratos son los responsables de generarlo: arroz, pasta, refrescos, jugos, aguas de sabor, pan, etc. Esto es debido a que incrementan rápidamente nuestros niveles de glucosa o azúcar en sangre.

En ese momento, nuestro páncreas libera insulina, una hormona encargada de almacenar todo el azúcar que consumimos, generalmente en forma de grasa corporal. Una vez que esto sucede, nos viene el bajón y empiezan todos los síntomas del mal del puerco: fatiga, cansancio, flojera, pesadez, sueño. Lo malo es que después de comer nos cuesta mucho trabajo continuar con nuestras actividades cotidianas.

¿Es normal que nos pase a todos?

Si comemos muchos carbohidratos sí, pero si aprendemos a equilibrar mejor nuestras comidas, claro que lo podemos evitar y ahorrarnos ese malestar. Aquí algunas recomendaciones:

  1. Empieza siempre tu comida con un plato grande de verdura o ensalada. Al menos dos puños de verduras, pueden ser crudas, cocidas o a la plancha. Adereza con aceite de oliva y si quieres además una vinagreta o aderezo que no sea cremoso. La fibra ayuda a que se absorba más lento lo que vas a comer después, y no tengas esos picos de glucosa.
  2. Modera los hidratos de carbono. Si evitas el arroz y la pasta, no tendrás mal del puerco, pues son los alimentos más altos en hidratos de carbono: media taza equivale a lo de cinco tortillas, ¡imagínate!. Mejor opta por comer una o dos tortillas, media taza de frijoles o lentejas, dos tostadas horneadas o una rebanada de pan.
  3. La proteína no debe faltar. Tu plato quedaría dividido en tres: la mitad a base de vegetales, un cuarto de cereales o leguminosas y el otro cuarto a base de alguna proteína saludable: pollo, pescado, carne, huevo. Mientras las proteínas se consuman en cantidades adecuadas, no incrementan nuestros niveles de glucosa en sangre.

Ahora sí, come mejor y evita sentirte pesado después, esto te permitirá rendir mejor en tu día a día.

Sobre el autor
Raquel Pérez de León

Raquel Pérez de León es Nutrióloga del Deporte y ultramaratonista. Te enseñará hábitos saludables de alimentación, así como los tips que necesitas para ser un mejor corredor.

raquel.perez@mediotiempo.com

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