Alcanzar un peso saludable mientras corres puede parecer sencillo, sin embargo, el mal alimentarnos puede ocasionar fatiga, lesiones, así como un bajo rendimiento. ¿Cómo lograr el equilibrio entre bajar de peso, y lograr un buen desempeño? Aquí algunos consejos.
1. No se trata de comer menos, sino de comer mejor. El eliminar completamente ciertos grupos de alimentos o caer en dietas extremas, sólo te hará sentir más cansado y será más difícil seguir una dieta saludable. Aprende a equilibrar tus comidas:
- Muchos vegetales (la mitad de tu plato).
- Suficientes proteínas de alta calidad como huevo, pescado, pollo, carne baja en grasa (1/4 de tu plato).
- Hidratos de carbono saludables (el otro ¼ de tu plato): tortilla de maíz, pan integral, frijoles, lentejas, quinoa.
- Grasas vegetales: aguacate, aceite de oliva, frutos secos.
2. Pon atención a lo que comes antes y después de tus entrenamientos.
- Antes. Nunca corras en ayunas, tu cuerpo necesita hidratos de carbono para poder 'quemar' grasa y, además, para poder rendir bien. Un ligero snack, como un plátano o una rebanada de pan con miel te puede dar energía rápida.
- Después. Tus músculos abren una ventana para absorber nutrimentos y recuperarse, lo malo es que esta dura máximo una hora. Si no comiste nada, no te recuperarás bien, te sentirás cansado y con antojos de cosas dulces. Una combinación de proteínas y carbohidratos es lo más recomendable.
3 La hidratación y el descanso son piezas clave. Perder peso de forma saludable no se trata solo de la cantidad de comida, sino de todo el sistema que rodea el rendimiento deportivo. Dormir bien y mantenerse hidratado favorece la recuperación y el metabolismo.
Ahora ya lo sabes, tu dieta debe ser sostenible y adaptarse a tu nivel de actividad física. Así, podrás bajar de peso pero sin necesidad de disminuir tu rendimiento ni comprometer tu salud.