Después del descalabro que tuvieron en la Copa MX, los Pumas de la UNAM están viviendo una temporada inmejorable en el Clausura 2020, la escuadra del Pedregal está soñando con los ojos abiertos: Primer lugar, invicto y seis jornadas, que ilusionan a toda una afición.
El Estadio Olímpico Universitario ha sido toda una fortaleza a lo largo de este torneo, un campo sumamente pesado, un horario que no ayuda a sacar el mejor nivel deportivo de los equipos, un clima que te aplasta y una afición que no deja de cantar, de apoyar y que pesa para el visitante.
Pumas, uno de los cuatro grandes en la Liga MX, ilusiona a una de las mejores aficiones que hay en México, y que sin duda ha tenido mucha paciencia después del último titulo en el Clausura 2011 que se obtuvo de la mano de Memo Vázquez; la afición espera, las expectativas crecen y el club trabaja en ello.
Hace poco mencionaba, que la filosofía de Pumas ya se había retomado hace un par de años y que las alegrías llegarían en un futuro, sería precipitado mencionar que ese momento ha llegado, pero si debemos resaltar el trabajo que el club ha hecho para reencontrarse con el ADN universitario, jugando con más de 7 jugadores mexicanos como titulares y una plantilla con un promedio de edad de 26 años, al fin, Pumas está regresando a tener la filosofía que lo caracteriza en el futbol mexicano.
Míchel González, con un proyecto sumamente ambicioso, al igual que fue su carrera como jugador y como esta siendo su carrera como DT, un proyecto que ilusiona y que se deberá respetar el proceso que tiene con los jugadores y con su metodología de juego, sin duda, la confianza en el proceso los llevará al éxito del proyecto.
Uno de los factores clave en el éxito del proyecto de Míchel, es la continuidad que le ha dado al cuadro titular, pasan las jornadas y se nos hace costumbre ver un 4-4-1-1 o un 4-4-2 con la llegada de Dinenno, un Alfredo Saldívar con mayor confianza en el arco y siendo líder dentro del terreno de juego, Luis Quintana siendo un pilar fundamental en la defensa, Alan Mozo con su incansable ímpetu y mostrando mucha madurez, Iniestra siendo la muralla del medio campo, Juan Pablo Vigón siempre en el lugar correcto y creando juego para su equipo, Barrera renovado y con sed de revancha, el paraguayo Carlos González con su constancia que lo caracteriza y apareciendo en los momento importantes, por último, el argentino Dinenno sorprendiendo con su olfato goleador, 4 juegos y 3 goles.
Basta con ver las instalaciones de la Cantera de los Pumas para darnos cuenta de que el club está en una etapa diferente a las anteriores, en una curva de crecimiento importante, teniendo una fuerte inversión, pero sobre todo una gran proyección y apuesta por las nuevas generaciones.
Es verdad que, con la salida de Iturbe, Rodríguez, Mora y demás jugadores que se fueron este mercado de invierno, el equipo ha fluido de mejor forma, es claro que no sabemos el porqué, pero los resultados y el buen nivel deportivo han acompañado al equipo.
Pumas no debe de sentir presión, al contrario, debe de seguir por la misma línea de trabajo, la misma que su sangre azul y oro le demandan y deberá seguir apostando por las nuevas generaciones, no uno ni dos torneos, sino darles continuidad para que demuestren su mejor nivel durante un tiempo determinado, en pocas palabras, respetar el proceso y proyección de cada uno de ellos.
Nos damos cuenta de lo poderoso que un proceso deportivo puede llegar a ser, respetando los tiempos, siendo fiel a su filosofía y apostando por el talento que internamente han trabajado durante años (fuerzas básicas), esto no quiere decir que los resultados sean inmediatos, sino que esta línea de trabajo los llevará tarde o temprano al objetivo esperado por todos los aficionados, el octavo título de Liga.